El riachuelo
sonríe en los labios
de la dicha cada día.
La tristeza sigilosa
se enreda entre las hojas
del manto de Noviembre.
Y el vientre que engendra
derrama entre los dedos
suspiros de amor eterno.
El riachuelo
sonríe en los labios
de la dicha cada día.
La tristeza sigilosa
se enreda entre las hojas
del manto de Noviembre.
Y el vientre que engendra
derrama entre los dedos
suspiros de amor eterno.
Posted at 23:16 | Etiquetas: CULTURA ORIENTAL |
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