CUANDO TE PIDO QUE ME ESCUCHES


Cuando te pido que me escuches y me empiezas a aconsejar,
no estás haciendo lo que te pedí.

Cuando te pido que me escuches y me dices que no me debería sentir así, estás hiriendo mis sentimientos.

Cuando te pido que me escuches y sientes que debes hacer algo para solucionar mi problema,
me decepcionas... aunque esto te suene extraño.

¡Escúchame!... Es todo lo que te pido,
no hables, no hagas nada, sólo escúchame.

Quizá es por eso que hablar con Dios nos consuela tanto.
Porque Dios no habla, no da consejos...
Dios sólo escucha y permite
que yo encuentre la solución por mí mismo.

La naturaleza es muy sabia; por eso Dios nos dio dos oídos
y una boca: para que escuchemos el doble de lo que hablamos.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Cuánta sabiduría! Me ha gustado mucho lo que has escrito, está muy bien ;)

Un abrazooo!