CREAR UN AMBIENTE FENG SHUI EN EL DORMITORIO I

La filosofía del Feng Shui llena tu hogar de armonía. La traducción literal de estas palabras significa 'agua y viento'; así conocemos a esta ancestral ciencia china centrada en el estudio de las líneas de energía. Según esta doctrina, a nuestro alrededor existen líneas de energía positiva y negativa, de modo que debemos colocar con cuidado nuestros espacios vitales para fortalecer los influjos positivos y evitar aquellos otros contrarios a nuestro bienestar.

Los distintos espacios de nuestra vida cotidiana -el hogar, la oficina...- deben tener un buen Feng Shui, es decir, una situación óptima en la que todo nos transmita calma, paz y equilibrio. De este modo, en una casa que goce de buen Feng Shui podremos sentirnos a gusto, disfrutaremos de buena salud y gozaremos de prosperidad. Para ello, debemos buscar el equilibrio y armonizar el mundo exterior con nuestro propio mundo interior.

Para conseguir un buen Feng Shui en nuestro dormitorio no necesitamos una brújula, ni un cuarto de excepcionales dimensiones, ni tan siquiera un extenso manual para ajustar nuestro espacio a una compleja filosofía decorativa: sólo debemos cuidar el equilibrio, la armonía y la proporción porque la justa medida es un buen camino hacia el descanso.

Mejorar el Feng Shui de tu dormitorio
Respóndenos con sinceridad:
  • ¿Hay algún espejo junto a tu cama?
  • ¿Adornas con flores tu mesilla de noche?
  • ¿Duermes con tu pareja en una cama doble con colchones independientes?
  • ¿Tienes un aparato de televisión frente a la cama?
  • ¿En tu armario no cabe ni una prenda más?

Si has contestado que sí a cualquiera de estas preguntas, tu dormitorio no respeta las normas fundamentales para ser un lugar de auténtico descanso y sueño reparador. Si quieres mejorar esas condiciones, no dejes de prestar atención a nuestros consejos. En ellos te explicaremos cómo lograr un buen Feng Shui en tu dormitorio.

El dormitorio es uno de los lugares fundamentales en nuestra vida. Es el espacio del sueño, del descanso, de la reflexión, de la convivencia y, cómo no, del sexo. Un territorio íntimo que compartimos con nuestra pareja o en el que refugiamos nuestra soledad. Por eso es uno de los lugares donde más debemos cuidar la armonía y el equilibrio. Un dormitorio con un buen Feng Shui nos permitirá despertarnos mucho más descansados, en paz con nosotros mismos y, sobre todo, con vitalismo suficiente para afrontar el nuevo día.

La cama es el mueble que debe gobernar el dormitorio. Todo tiene que disponerse en torno a ella, guardando las proporciones y distancias justas. En primer lugar, a la hora de orientar el cabecero hay que tener en cuenta que aquello que veamos desde la cama será siempre lo último y lo primero que retengamos en nuestra retina. Cuanto más caótica sea esa imagen, de menor calidad será nuestro descanso. Cuanto más armónica sea esa percepción, mayor placidez nos ofrecerá.

Ni ventanas ni puertas

Por este motivo, la cama no debe dar a un baño ni a un pasillo abierto. Si es posible, es conveniente que tampoco esté situada de cara a una puerta. En caso de que sea inevitable, siempre se pueden usar cortinas o biombos para marcar una separación y aislar la cama del pasillo. Tampoco es aconsejable colocar la cama bajo una ventana -esto nos transmitirá sensaciones de desprotección- ni bajo un depósito de agua.

Las paredes con cañerías estimulan la energía vital (o chi) y, por tanto, interfieren en el descanso y favorecen el insomnio. Por último, no debemos colocar la cama cerca de una viga, ya que estos elementos aportan una sensación de carga que acaba siendo un mal augurio, pues las vigas reflejan el peso -moral, laboral, mental...- que cae sobre nuestros hombros.

Los puntos cardinales
Todas las orientaciones geográficas son favorables si se cuida el conjunto del dormitorio. Aún así, cada disposición posee su propio significado:

  • Una cama orientada al Sur fortalece la intuición y estimula los sueños y la capacidad de retención.

  • Una cama orientada al Norte favorece la salud y la energía vital.

  • Una cama orientada al Este provoca dinamismo y ganas de vivir.

  • Una cama orientada al Oeste constituye un buen mecanismo contra el estrés y la agitación.

Dependiendo de tus necesidades, puedes optar por colocar la almohada en cualquiera de estos cuatro puntos cardinales.

3 comentarios:

Liz Hopps dijo...

Ups! cuando termine de corregir lo de la U...creo que partir por ordenar..pero mi pieza es tan minúscula que no hay forma de no ponerla debajo de la ventana...menos mal que odio los espejos...pero creo que ya tengo una idea de como la mejorare..gracias!!!

Anónimo dijo...

Interesante los movimientos de energías.

Saludos.

tashano dijo...

Elisabetha:
Todavía que da mucho para poner sobre el Feg Shui, mañana pondré la segunda parte , influyen los colores los materiales, hay elementos beneficiosos y los que no lo son tanto pero siempre puedes hallar alguna solución, para tu habitación.

Neurotransmisores: si que es interesante, también influyen las fuerzas telúricas,la cronoterapia, una infinidad de cosas.

Un beso Para los dos.